V PASANTIA HOSPITALARIA - EL FIN

28 de noviembre, 2012


Ayer fue el ultimo dia de pasantia hospitalaria en el Hospital de Policia en Asuncion. 

Con toda la emocion que tenia para este ultimo dia, creo que me cree expectativas muy altas que al final no se cumplieron. No era una experiencia completamente negativa... pero no exactamente lo que me habia creado en la mente. 

Hoy mi blog hablara no solamente del fin de mi pasantia, sino tb del fin de la vida. 

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Soy media sorda. La sala D necesitaba que se prendiera el aire acondicionado y yo fui enseguida a ayudar. Pero fui a la sala B.

Golpee la puerta y espere el permiso para entrar. "Adelante!" Con el control del aire en la mano, entro y quedo tan sorprendida que por un segundo me faltan las palabras y apenas logro disimular mis expresiones faciales. Acostado en la cama esta el precioso abuelito de la semana anterior.  Solo que esta vez sus ojos brillantes estan opacados y sus cachetes rojos completamente vacias de color. Mi mirada pasa rapidamente al hijo y el ve las preguntas en mis ojos.

"Que paso?"

"No esta mejorando. Ahora no puede respirar sin oxigeno."

Puedo ver la canula ajustada por el rostro del anciano. 

"Hola Don!" - me dirijo al hombre encamado.

Me responde con una pequenha sonrisa y unas palabras inentendibles. Pero veo que me recuerda y perdura el buen companherismo de antes. 

Pero la tristeza que choca mi corazon es una que me deja confundida y sinceramente descolocada. El hombre ni es pariente mio, pero su condicion me deja con lagrimas picando los ojos. 7 dias habian pasado desde la ultima vez que le habia visto. Solo 7! 

En algun momento de la manana entro nuevamente a visitarlo para ayudar a su enfermera. Despues de terminar nuestros cuidados el hijo me detiene y me pregunta de la sabiduria de ponerle una sonda nasogastrica pq su padre no quiere comer y esta muy debil.

"Don, que pasa?"

"No tengo hambre"

"Don, estas enfermo. Ahora es el momento cuando tienes que comer, aun si no tienes hambre. La comida te da energia y fuerzas." 

"Se queda en mi garganta la comida"

"Quizas licuamos tu comida y lo tomas con una pajita?" Le miro yo al hijo. El inclina su cabeza indicando su aprobacion de la idea.

Una sonda nasogastrica no es algo malo. Sencillamente es un paso mas hacia la invalidez. Siento una urgencia dentro mio... es un sentimiento que me impulsa hacia adelante buscando una solucion para mejorar la condicion del abuelo. Literalmente veo como la vida se le esta escapando.... su hijo tb lo ve. 

Estoy segura que mi trato este dia no fue lo ideal para una enfermera... mi corazon se me enredo con todos los sentimientos que pasaban por mi mente desde el primer milisegundo cuando lo reconoci. La empatia es una emocion que deberia estar cerca a cualquier persona que trabaje con personas que sufren. Sentimientos como el amor, el odio, la felicidad y la tristeza... son emociones fuertes que manipulan nuestras vidas. Digo que manipulan porque muchas veces terminamos haciendo cosas en el momento de la pasion de aquel sentimiento sin haberlo realmente analizado con cabeza fria. 

Pero no es por ser un acto pasional que pierde su valor intrinsico. Necesitamos encontrar nuevamente dentro de nuestro ser esa parte que nos conecta con otras personas a nuestro alrededor. Somos personas egoistas que nos acostumbramos a ver por nuestras necesidades (hambre, casa, auto, ropa, etc.). Nuestros pacientes (o las personas a nuestro alrededor) son personas como nosotros que estan viviendo sus vidas paralelamente al lado nuestro. En algun momento TODOS experimentaremos el gozo del primer amor, la desolacion de la muerte de un ser querido, el anhelo de algo que deseamos de todo corazon... Mi pregunta siempre es... porque es tan dificil compartir nuestras vidas con otros? 

Mi desafio en esta ultima pasantia no es una personal, sino una para todos. Te desafio a querer! No el querer de amar... sino el querer de tener ganas. Yo veia a este hombre anciano acostado en su cama, moretones por sus brazos donde le habrian clavado con agujas... los ojos opacos y medio dormitando... el hijo con cara de desesperanzado..... cara de "fin". Nuestro deber como enfermeras... como HUMANOS es mostrar solidaridad y empatia con nuestro projimo. No se cuanto tiempo mas vivira este senhor, pero se que en el corto tiempo que lo conoci aprendi algo de mucho valor para mi vida. Jamas quiero perder las ganas de vivir para servir a mi semejante. No importa si es conocido o no. 

El fin de la vida es un momento que a muchos les llega sin anunciarse. A otros (como este paciente) les llega con un breve tiempo de "adaptacion." No hay mucho que pueda escribir para describir lo vacio que se siente ver la muerte frente a uno. Lo que si... la desesperanza (*es una palabra esta o me la acabo de inventar?*) reina sin contrincante. 

El final de mi pasantia no termino con un brillo glorioso celebrando el exito de mi trabajo en aquel hospital... sino con el peso de la realidad.... una realidad que deja a esta autora sin palabras justas para poder describirla... 

Sera quizas para otra oportunidad cuando pueda conectar las palabras exactas con mis pensamientos desparramados :) 



Gracias x acompanharme en la lectura de estos resumenes de mis pasantias. :)

Cynthia